El hombre que mató a Mocha Dick
Supongo que el lector sabe que Moby Dick, la atroz ballena blanca creada por Melville, tuvo su inspiración en un cetáceo real, pero igualmente legendario: Mocha Dick, un cachalote albino que fue avistado por primera vez cerca de la isla Mocha, en la costa chilena, hacia 1802. La fuente de Melville fue el relato que en 1839 publicó Jeremiah Reynolds, un periodista y aventurero que diez años antes había viajado a bordo de la goleta Annawan en una fracasada expedición al Polo Sur. Contaba Reynolds que mientras ascendían por la costa chilena desde la isla Mocha a la de Santa María toparon con un ballenero estadounidense. Invitado a subir a bordo de este barco, el periodista trabó conocimiento con el primer oficial, un hombre de Nantucket al que le presentaron como «el hombre que mató a Mocha Dick». Fue entonces cuando le refirieron la historia de la terrorífica ballena «blanca como la lana» que había hundido varios barcos y que había constituido una pesadilla en esa parte del Pacífico. Según la narración que el ballenero le hizo a Reynolds, el animal era un auténtico leviatán que medía «70 pies desde la cabeza a la punta de la cola» y arrastraba colgados del lomo no menos de veinte arpones, «el herrumbroso recuerdo de muchos encuentros desesperados».
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